Malignas Influencias en la ciudad de la furia

Resumen

Este artículo es parte del camino recorrido por el colectivo de arte feminista transdisciplinario Malignas Influencias que enmarca su producción cultural en la lucha por la no más violencia hacia las mujeres, entre otros motivos mas. Pero éste texto en particular sólo revisa la investigación, creación y acción en torno a la violencia como uno de los ejes centrales del colectivo.

Palabras claves

Arte feminista, performance, ciudad, violencia directa y simbólica.

A modo de Introducción

Desde que cambié mi calzado por uno más liviano me siento insegura al transitar en Santiago. Puede parecer una tontería, pero tardé en darme cuenta de tal coyuntura. La vacilación no había sido tan patente antes de éste hecho tan puntual. A pesar de llevar acuestas varios ataques sexuales de diferentes intensidades que tuvieron como escenario las calles de ésta ciudad. Cambiar de bototos a botines, por una cuestión de inserción laboral, significó en mi vida insegurizar mi tránsito en la cuidad, lo que se tradujo a no circular en ciertos barrios después de que cae la noche. Mis espacios son autocensurados. Eso antes no me pasaba ¿será un signo de adultez o mayor autocuidado? Un costo que no sólo ha limitado mis horarios nocturnos sino que también ha encarecido mi presupuesto para transporte, pues mi paso en la ciudad ya no camina tanto o por lo menos no a cualquier hora, pues al no andar por ciertas calles o barrios después de que oscurece opto por tomar micro o taxi. No demoré mucho tiempo en darme cuenta que no era la única a quién le pasaba. La violencia hacia las mujeres no es sólo la agresión física sino también es un fenómeno que se va internalizando  y se manifiesta en hechos tan cotidianos como el caminar la ciudad.
 Ese es uno de los desasosiego que nos conforman como colectivo de arte Malignas Influencias. Desde el 2004 ha sido un largo proyecto de investigación y creación artística que pretende abordar y afrontar la violencia hacia las mujeres para buscar cómo enfrentar soluciones para el gran cambio cultural haciendo llamados de atención desde la ironía y la parodia, principalmente.
La violencia es un problema difícil de abordar siempre, debido a todas las experiencias que cómo mujeres nos ha tocado vivir. Especialmente cuando se decide hacerle literalmente cuerpo a través de performances. Ritualizando el problema aspiramos a no violentar con nuestras imágenes o acciones. A pesar  de lo que nos gustaría, hemos violentado al público a través de un recurso preformativo, haciendo de la violencia un acto voluntario, desafiándoles a probar el corpiño antiagarrones, prenda de vestir que da un golpe eléctrico si agarran los pechos que cubre. Sin embargo todas/os quienes probaron este artilugio fueron avisados/as de los resultados. Libre albedrío. Empleamos principalmente estrategias que han identificado escenas de arte feminista tales como la ironía, el sarcasmo y la parodia, las que consideramos como herramientas críticas históricas con que las mujeres hemos tomado la voz. Resulta ser un medio de considerar como estrategias políticas estéticas.
Para Paul de Man1, la ironía no es un concepto fácil de definir, pues se la suele nombrar como un tropo, un cambio, un movimiento lingüístico en la retórica. Esta imposibilidad -le dice al autor- que la ironía sería el cambio del cambio. Además señala que la ironía tiene una función performativa, pues puede consolar, prometer o excusar.
Históricamente la ironía se ha trabajado desde varias perspectivas. Pero, principalmente se la reduce a una práctica estética o desvío artístico. “De esta forma, la ironía permite decir cosas horribles porque las dice a través de desvíos estéticos, alcanzando una distancia, una alegre distancia estética, en relación con lo que está diciendo”2. Para Walter Benjamin la ironía “representa el intento paradójico de construir el edificio mediante una reconstrucción del mismo, y de este modo demostrar la relación de la obra con la idea dentro de la obra misma”3
Otra idea fuerza que conformó al colectivo fue darle mayor performatividad al texto literario llamado Cinturón de Castidad. Prótesis en las mentalidades de las mujeres latinoamericanas4 ensayo ilustrado y performativo sobre la violencia simbólica implantada desde la Colonia que se ha perpetuado en las censuras y autocensuras que perfilan las mentalidades y los cuerpos de las mujeres latinoamericanas.
Con todo, este artículo es, por un lado, la sistematización del trabajo realizado hasta hoy por el colectivo de arte Malignas Influencias a partir de la violencia hacia las mujeres. Por otra parte es la búsqueda de interpretar lo que nos pasa como mujeres y artistas a enfrentarnos a un espacio tan cotidiano, como lo es la ciudad, y tan peligroso, al igual que la casa ¿es para las mujeres lo cotidiano sinónimo de violencia? Al parecer para las mujeres lo cotidiano, tanto lo doméstico simbolizado en la casa y su tránsito por la calle en la ciudad resultan ser dos escenarios coincidentemente cotidianos para la violencia directa y/o o simbólica. Lo paradójico es que en las calles de las ciudades es  donde se ha construido y se construye la subversión de las mujeres. Historia ya escrita por muchas historiadoras que han visibilizados sus luchas principalmente desde fines del siglo XIX hasta hoy en día. Luchas que nacieron en el fervor de la marcha por las calles que finalmente repercutieron en el espacio de lo “privado” que el feminismo politizó para poder generar cambios.
La ciudad, por lo tanto, podría verse como una gran paradoja en la historia de las mujeres puesto que por un lado las reprime y por otro ha sido escenario de su empoderamiento. A pesar del movimiento de mujeres y el feminista que se han tomaron las calles de la ciudad, ésta sigue siendo aún un campo en el que mujeres y hombres no transitan de igual forma. La ciudad es la cuidad de la furia para las mujeres. Por un lado es furia, puesto que las mujeres se sitúan en ella exigiendo derechos y expresando su rabia ante el sistema patriarcal, capitalista, fascista y todos los apellidos que quiera adoptar. Por otro lado, la ciudad es feroz contra las mujeres. La ciudad es ergonómicamente diseñada para hombres. Ahí radica el miedo por el permiso que le da la cultura a algunos hombres de violentar a las mujeres.
Por ello, pensamos que el trabajo transdisciplinario5, como el de nuestro colectivo, orientado desde el arte feminista muestra pedagógicamente el acto político de pensar en transformar esta realidad.

El arte feminista en la ciudad de la furia

En el abandono del campo por la ciudad las que primero llegaron como migrantes fueron las mujeres, que pasaron a formar parte de la mano de obra barata y crecientemente abundante. Rápidamente se feminizaron las áreas de servicio, principalmente el doméstico. También las mujeres ocuparon puestos de trabajo en la industria especialmente relacionada con la prolongación de roles tradicionales del género femenino, por ejemplo, la industria textil. Fenómeno que del mismo modo se dio con las profesionales que se destacaron principalmente en la salud y en la educación. Desde la consolidación de lo urbano las prácticas del discurso de lo femenino se refuerzan y la condenan aun más a la casa, pues la calle es lo público y es masculino.
El surgimiento del movimiento feminista como movimiento social y político es un acontecimiento urbano e históricamente se ha caracterizado en sus movilizaciones callejeras encontrando en las calles de la ciudad un espacio para reclamar su descontento desbordando un rasgo especialmente creativo en sus puestas en escena o acciones como pocos movimientos sociales y políticos lo manifiestan en sus prácticas.
Mary Richardson, sufragista inglesa, marcó un hito cuando entró a la National Gallery de Londres y acuchilló a La Venus del espejo de Velásquez. Su acción es un antecedente de arte feminista, pues es la primera vez que se interpela al papel de la mujer como objeto de placer para la mirada masculina, cuestionando con su acción toda la historia de arte. Por otro lado, al no haber sido destruida la pintura, sino sólo intervenida con rasgaduras en la espalda, le da otra mirada para las interpretaciones de la obra de arte. Mary Richardson en su juicio dijo: “He tratado de destrozar la pintura de las más hermosa mujer de la mitología como protesta contra el destrozo gubernamental de la señora Pankhurst, que es el más hermoso personaje de la historia moderna”6. La acción performativa de su discurso puso en línea de fuego los valores de la cultura oficial y, al elegir una pintura célebre de desnudo femenino, se dirigió directamente contra el punto de intersección del poder y la representación de la feminidad en defensa de su compañera, presa política: la Sra Pankhurst. Cabe señalar que la prensa apodó a la activista como “Mary la acuchilladora”, satanizando su imagen comola de una loca, histérica y todos los epítetos que muchas feministas han recibido en su vida.

En América Latina, Frida Kahlo sin considerarse feminista hizo política la representación de sus experiencias de género. Frida se cuestionaba así misma por que su obra no era política en un medio postrevolucionario absolutamente politizado, sin pensar que estaba encarnando una premisa que las feministas sólo la tomarán a partir de los 70’: lo personal es político. “Mi pintura no es revolucionaria, para que me sigo haciendo ilusiones de que es combativa. No puedo”7 decía Frida.La visión de la pintora sobre lo político es realmente ideológica, es la concepción mil veces criticada desde bastante tiempo por el feminismo. Lo político no es solamente lo público referente al poder del gobierno o el Estado de un país; lo personal también es político por que la práctica del sometimiento o de intentar conquistar o de mantener el poder es vivida por las personas, por cada quien, cotidianamente, porque en las relaciones interpersonales siempre se da una relación de poder. Infinidad de ideas, sentimientos o sucesos son parte constituyente del sistema de poderes  en el que vivimos, tienen que ver con lo político. “Esta comprensión de lo personal como político, como social, parece que no la tenía la propia Frida de su arte y, sin embargo, su pintura es un desafío constante, es una irreverencia ante los valores de la ideología dominante. Se permite el lujo, desde su condición social de mujer, de expresar sin miramientos su visión de la vida y de la muerte, con su sangre, ese líquido tan cercano a la vida cotidiana de las mujeres, pero proscrito de la sociedad y del arte. Se permite pintar cosas ‘prosaicas’ como abortos, partos, amamantamientos, suicidios, accidentes y también, de manera aparentemente ingenua, a veces perdidas entre muchas cosas, como en el cuadro ‘lo que el agua me dio’ (1938), se permitió pintar a dos mujeres desnudas juntas; o incluso en un primer plano como en ‘dos desnudos en el  bosque’ (1939). Todo esto es una irreverencia y significa combatividad”8.    
Con el marco de la llamada nueva ola del feminismo, a partir de la década del 70’, que instala la premisa: “Lo personal es político”. Con ellose articula las experiencias de las mujeres desde una posición política y social. Las feministas se consolidan como nuevas sujetos políticos con sus consiguientes demandas y reivindicaciones sociales. En el arte, las feministas, a través del tópico del cuerpo unen su producción cultural y política. El cuerpo es para el arte feminista herramienta, materia prima, producto y soporte. El cuerpo es desde donde plantean las tensiones y rupturas de las propuestas artísticas del arte feminista, puesto que para las mujeres el cuerpo ha funcionado como un dispositivo de símbolos y objetos de las representaciones e imaginarios construidos social y culturalmente. Por lo tanto, el subvertir el cuerpo es bandera de lucha puesto que es el lugar de la opresión para las mujeres. Para las artistas feministas que trabajan desde el cuerpo propio, a su vez, es el de todas las mujeres. Asimismo la subversión es también del cuerpo social.
Así la consigna “lo personal es político” fue transformada por las artistas en “el cuerpo es político” pues articularon sus experiencias poniendo literalmente cuerpo a una posición política. La intención era evidenciar que las relaciones de poder discriminatorias se extendían a todos los ámbitos, incluido el privado, que la intervención política del patriarcado afectaba a la práctica cotidiana generando diferencias hasta en lo más íntimo. El Tendedero, obra de artista feminista Mónica Mayer fue presentada en el Museo de Arte Moderno de Ciudad de México, en la exposición Salón 77-78, Nuevas Tendencias. Con la pregunta ¿Cómo mujer, qué es lo que más detestas de la ciudad? interpeló a las visitantes de la muestra para que en un tendedero instalado en la salacolgaran sus respuestas cual ropa recién lavada, como apelando al dicho popular “la ropa sucia se lava en casa”.
Ana Mendieta dentro de sus performances emblemáticas se representa como víctima de una violación. El escenario fue su departamento. Esta acción la hizo a raíz de la violación y asesinato de una estudiante ocurrido en su campus universitario, por lo cual decide pronunciarse artísticamente con las siguientes acciones: invita a su casa a compañeros y amigos, que al traspasar la puerta entreabierta, la encuentran en un cuarto en la penumbra; sólo una luz ilumina la mesa donde yace desnuda, atada de la cintura para abajo y ensangrentada. En el suelo, platos rotos y huellas de sangre. Mendieta permanece inmóvil durante una hora, mientras sus “invitados/as”, perturbados/as, comentan la escena. Para re-presentar el hecho y el fenómeno de la violación, Mendieta evitó no sólo las mediaciones sociales e intraartísticas habituales, incluso no preinscribió su acción como performance, ya que, no lo anunció como tal a sus invitados/as. Este último dato también forma parte del proceso, y sin duda de la contundencia que adquirió la re-presentación, dada la brutalidad e inmediatez con las que confrontó a sus espectadores/as.
El Grupo Polvo de Gallina Negra, integrado por Maris Bustamente y Mónica Mayer tomaron el nombre de un remedio para “el mal de ojo” para su colectivo de arte feminista y desde ahí hicieron sorprendentes conjuros maléficos con el fin de que este mal lo padecieran los violadores y además para cuidarse de la crítica de arte9.
Dentro de las artistas feministas no existe un manifiesto o declaración de principios, lo que si existió, fue más bien, una motivación común: el cuerpo; que tomaron como una práctica, estrategia y punto de encuentro. La práctica artística y la producción de nuevos significados fue la inscripción de su compromiso político. El cuerpo es un sitial desde donde politizar las obras pues funciona como un dispositivo de símbolos y objeto de las representaciones e imaginarios que se han construido social y culturalmente sobre las mujeres. Quizás sea la paradoja de la acción feminista que ha subvertido los espacios de la dominación patriarcal desde los mismos lugares de la dominación.
La violencia hacia las mujeres es un problema estructural que somete tanto el cuerpo como la mente. La violencia directa y simbólica modelan los cuerpos de las mujeres donde esculpen todas las sentencias que caen sobre el deber ser femenino.
Muchas son las artistas feministas encarnan la violencia hacia las mujeres desde diversas expresiones. Desde la experiencia de la misma violencia tanto en su representación gráfica, fotográfica, performativa, en el video, entre otras. Ahí han materializado, trasgredido, trasvestido, ironizado, insultado, se han violentado y ritualizado como acto de sanación, han hecho un llamado al cambio y propagandeado en contra de la violencia y la subversión de esos espacios.

MALIGNAS INFLUENCIAS

El nombre del colectivo lo tomamos de los imaginarios culturales que se han construido a partir de las experiencias de las mujeres que se rebelan contra las convenciones sociales que limitan sus vidas, especialmente nombre y apellido reservado -junto a otros apelativos como locas o histéricas- para las feministas. El colectivo se constituyó en el 2004 con una escultora, una fotógrafa y yo, de oficio historiadora y quien las convoqué para materializar el ensayo performativo e ilustrado sobre la alegoría y símbolos que se desprenden de la metáfora que existe entre los cinturones de castidad y, otros objetos de tortura y vergüenza pública coloniales, autocensura en la mentalidades de las mujeres latinoamericanas. En el 2006 se integró una bailarina y coreógrafa. En lo que llevamos juntas se ha tomado como marco teórico la Historia de las Mentalidades y la Historia del Cuerpo y la Teoría Feminista desde el arte. Hemos realizado investigación no sólo teórica sino también práctica principalmente cualitativa ocupando herramientas como la encuesta. Nuestra propuesta teórica visual y estética consiste en resignificar la metonimia que nos hablaba de aparatos de tortura y vergüenza pública como prótesis mentales de censura y autocensura, en dispositivos que sirvan para el placer y también para la autodefensa de las mujeres ante la violencia simbólica y directa que solimos recibir cotidianamente al salir a la calle o en nuestros hogares. Es de real importancia la resignificación de las tecnologías represivas que han perfilado las mentalidades y los cuerpos de las mujeres, ya que, hasta hoy en día podemos visualizar que ambos (cuerpo y mentalidad femenina) se siguen construyendo como cárceles del placer en el plano social, cultural y simbólico. Malignas Influencias usa como materia prima la relación cuerpo y mujeres, que se une a su vez con mentalidad, censura y autocensura, asimismo con violencia y autodefensa, además con placer y autoplacer.
El cuerpo nos interesa en tanto soporte de la representación y herramienta de expresión de cómo las mujeres tenemos y somos cuerpos creados por una concepción mezquina, desigual y censuradora, que nos violenta y configura mentalidades como cinturones de castidad que autocensuran nuestras acciones. Pero tal violencia podemos resignificarla y ahí está la tensión que invitamos a desanudar. El placer y el autoplacer, y a la violencia la autodefensa, ecuaciones que deberían plasmar el cuerpo del cual nos reapropiamos, en que nos empoderamos, o sea, del cuerpo que queremos, somos y tenemos. Dejando en claro que desde esa pertenencia se nos reprime, por lo tanto, es el lugar que se debe subvertir. El descubrimiento del cuerpo como un territorio inexplorado por las mujeres es un acto político estético.
Nuestras experiencias de mujeres ha sido la fuente de donde ha bebido Malignas Influencias. Consultamos sobre violencia y placer a más de 200 mujeres que transitaron durante los sábados del mes de julio 2006 por la vereda del Museo Histórico Nacional ubicado en la Plaza de Armas de Santiago. Esta información es un material de constante revisión y consulta para nosotras.
Las encuestadas respondieron; dos preguntas con respecto al placer y dos sobre la violencia contra las mujeres, y las depositaron en un buzón que habilitamos para la ocasión. Además recibimos por correo electrónico. La encuesta fue entregada a las mujeres de diferentes edades, no sólo chilenas, ya que muchas extranjeras visitan el museo y/o transitan por esa acera. En general muy pocas mujeres se negaron a contestarla después de señalarles quienes éramos y qué sus respuestas secretas serían parte de las creaciones que se montarían en una exposición gratuita a inaugurar el 8 de marzo del 2007 en el patio central del Museo. La mayoría de las preguntas fueron de desarrollo y se orientaron dos con respecto al placer10 y dos con respecto a violencia. Las dos últimas decían: ¿Has sido víctima de violencia solo por el hecho de ser mujer? Para esta pregunta no sólo dimos el espacio para el desarrollo de su respuesta sino además dimos opciones para quienes no entendiera o no se atrevieran a contestar a pesar del anonimato. Por ejemplo: se puso “Te han acosado sexualmente, Has  recibido algún agarrón en la calle, Te ofende el que te digan piropos en la calle, Te ha golpeado  alguna pareja, Has  sido  víctima de violación” y como última pregunta abierta fue: ¿Qué crees que deberíamos hacer las mujeres para protegernos o defendernos?

Cuando comenzamos a analizar las encuestas respondidas, partimos de la última pregunta. Para nuestra sorpresa la mayoría de las mujeres apelaban a una mayor solidaridad entre mujeres, a través de organizaciones de mujeres, y no todas interpelaban al Estado para su organización. Otra respuesta reiterada, a esta pregunta, fue la autodefensa, especialmente en la necesidad de dar enseñanza de técnicas de autodefensa para las mujeres tanto físicas, como las artes marciales, y de empoderamiento, como la dignidad.

En el primer evento que organizamos para financiar lo que sería nuestra muestra homónima presentamos una performance que llevaba como fondo musical una pieza de la artista Mederith Monk. La escena se centraba en un haz de luz que iluminaba mi figura enrollada con una cuerda de trapos amarrados que me unían a un poste desde donde iba y volvía, desenredándome y retorciéndome como si algo la tiraba y volvía enrollar la cuerda. Después de unos minutos se ilumina otro espacio de la sala y aparece otra integrante del colectivo de un luto perpetuo entre cuerpos que cuelgan desde el techo, desollados, en ganchos carniceros11. Se acerca con cautela me desata y nos vamos entre el público tocándoles y sonriéndoles. Parte de esta performance está registrada en un spot que promocionó la exposición Malignas Influencias que se vio cada 15 minutos durante todo el mes que duró la exposición a través de la pantalla gigante ubicada en la esquina de las calles Santa Rosa con la Alameda en el centro de Santiago12.
En otro evento se presentó la performance “Sopa del placer-Sopa de No más violencia” que comenzaba con la canción La gran tirana de la artista cubana La Lupe, bolero que dice

“Según tu punto de vista ….yo soy la mala,
vampiresa en tu novela, la gran tirana.
Cada cual en este mundo
cuenta el cuento a su manera
y lo hace ver de otro modo
en la mente de cualquiera,
desencadenas en mi venenosos comentarios
después de hacerme sufrir el peor de los calvarios
Según tu punto de vista ….yo soy la mala …
la que te llevó hasta el alma, la gran tirana
Para mi es indiferente lo que sigas comentando…
Si dice la misma gente
que el que día en que te dejé
yo fui quien salió ganando…”

Después de la interpretación de la canción se da paso a la preparación  de las sopas ocupando de escenario una cocina. Dos sopas, dos ollas. Dos bandejas con los ingredientes. Primero se realiza la Sopa de No más violencia, pues es la más urgente . Se utilizan fideos de sopa de letras que ordenadamente escribían la frase No más violencia. Ya hervida el agua, como en una clase de cocina, se va indicando los ingredientes y el porqué de la sopa, una vez cocido los fideos se reparte a las mujeres que entre el público conocemos que han tenido o mantienen situaciones de violencia. Lo sabemos pues a nuestros eventos asiste mayoritariamente, gente cercana. Algunas reciben la sopa, otras no. Acto decidor para quien reconoce ser parte de un círculo de violencia directa o simbólica. Posteriormente aplicamos los fideos de letras para la segunda sopa que también estaban ordenados donde se leía Placer un derecho.
En otro evento se presentó la performance Yo soy una dama, en la interpreto a una mujer vestida pudorosamente que dobla la canción del mismo nombre del trío chileno Frecuencia Mod, formado por las hermanas García, que en los años setenta y ochenta hicieron bailar calientes canciones al son de la onda disco. Éste tema en particular en su estribillo versa:

“Yo soy una dama
yo soy una dama
tengo que ocultar
mis ansias
Yo soy una dama
yo soy una dama
pero esta pasión
me quema
Yo soy una dama
yo soy una dama
tengo que ocultar
mis ansias
 de amar….”

En la performance esta dama de incontrolables deseos llevaba puesto un cinturón de castidad debajo del recatado vestido que en cada estribillo mostraba acercándose provocativamente al público asistente al evento.

La muestra Malignas Influencias consistió en una gran instalación compuesta por recreaciones de los violines de las comadres. Aparatos de tortura y de vergüenza pública medievales y de importación colonial para el caso americano especialmente diseñados para las mujeres acusadas de chismosas o habladoras. También fue para castigar a las que se atrevían a contestar cuando su padre, hermanos mayores o su cura confesor les llamaban la atención. La condena fue cargar con este instrumento de forma individual o junto a su comadre.

La instalación fue emplazada en el patio central del Museo, edificio colonial, de los pocos que aun perviven en Santiago, que albergó a la Real Audiencia, o sea, el organismo que administraba la justicia. Significativamente, se encuentra frente a la plaza de Armas de Santiago; principal escenario de la concurrencia citadina y espacio para el ajusticiamiento y los escarnios públicos de las y los habitantes que desafiaron las leyes coloniales o el orden. Es un punto neurálgico de la ciudad a lo largo de la historia nacional republicana chilena.
La instalación además contempló cinco series fotográficas a modo de fotonovelas que relataban diferentes historias. Todas estas series fueron fotografías en papel (10x15) blanco y negro coloreadas a mano con lápices acuarelables y brillantinas. Cabe señalar que las modelos de todas series fotográficas somos nosotras mismas además de amigas/o que gentilmente aceptaron nuestra invitación.
Una de las series es El castigo de las comadres en la que tres ninfas caminan hacia la penitencia y son sometidas en los violines de las comadres.

 
Foto 3 de la serie de 5

La Liberación, es otra serie donde una ninfa esta arrodillada vencida y atrapada en el violín de las comadres (unitario) pero una fauna la descubre se acerca y la libera. La ninfa en gratitud del acto la invita a los Columpios del placer13.

 
Foto 4 de un total de 7

La venganza de las comadres secuencia la historia de tres ninfas, tres gracias, semidesnudas que comen uva en el pasto sin darse cuenta que desde lejos las observa un fauno amenazante que de repente salta hacia a ellas y las persigue, pero astutas diseñan una estrategia para atraparlo y ponerle un violín de las comadres.

 
Foto 8 de una serie de 8

La Reconciliación muestra a una ninfa en los Columpios del placer disfrutando del balanceo y la ataca el fauno sorpresivamente agarrándola desde atrás pero ella llevaba el Corpiño antiagarrones y le da un golpe de corriente. Aprendida la lección el fauno le regala una flor y ella lo invita a los columpios.

 
Foto 1 de una serie de 6

La quinta serie: La Autoflagelación se dispuso en formato de diapositiva las que se podían ver a través de un visor con forma de corazón de piel sintética sostenido sobre un pedestal (1,50 m. aprox.). Mirando cual vouyeur autorizado/a en ambos extremos de un total de seis visores se muestra a una mujer semidesnuda apoyada en el violín de las comadres doble mirando hacia el interior de la serie que seguía para ambos lados. Los cuatro visores restantes exhibían a la misma mujer desnuda tomando posiciones extremadamente incómodas y tortuosas.

Dos performances fueron parte de la muestra, ambas se guiaron en acciones que recorrían la instalación. Durante la inauguración (30 minutos) recorrí la instalación con una música incidental (una pieza de Meredith Monk) que va incrementando en volumen que dura 12 minutos. El recorrido contempló la revisión de cada parte de la instalación como una persona más de las y los asistentes, pronto la gente se dio cuenta que algo sucedía y tomó distancia para ser expectadores/as pasivos/as de lo que ocurría. Cuando la música anunció con cantos de niñas traviesas y burlescas descubro los Columpios del placer, los activo, me subo, me columpio e invito a una mujer del público a acompañarme. La primera me rechazó pero la segunda aceptó. Nos columpiamos y junto al término de la música se cierra esa acción. Posteriormente, sin música, reúno a la concurrencia comentando de que se trataba el proyecto y se dio una demostración del Corpiño antiagarrones. Todos los sábados de marzo se hicieron demostraciones de las piezas que componían la instalación.

  

La segunda performance se efectuó el último día de la muestra. En 15 minutos y con música de fondo (otra pieza de Meredith Monk) entré rápidamente tomo una mujer del público y la metí en el cepo Violines de las comadres doble donde también me inserté frente a ella, posteriormente la saqué y llevé a los Columpios del placer.

Santiago-Buenos Aires. Bitácora visual

Con este nombre realizamos una performance de larga duración para asistir al VI Encuentro Corpolíticas organizado por el Instituto Hemisférico de Performance y Política de la Universidad de Nueva York, evento que tuvo como sede Buenos Aires y se llevó a cabo en junio del 2007. La acción la asumimos; sólo dos integrantes del colectivo y consistió en viajar por tierra “haciendo dedo” o “de aventones” desde Chile. El objetivo fue profundizar la línea de investigación sobre la violencia contra las mujeres poniendo a prueba los consejos y mitos en torno al cuidado y las posibilidades de ser víctimas de violencia. Por lo arriesgado que podría ser viajar de ese modo para dos mujeres. Nuestra apuesta fue que no es necesaria esa “exposición” para ser violentadas sino que esa probabilidad existe -o resulta más eventual encontrarla- en los espacios cotidianos como en la casa o en el tránsito del trabajo a la casa. Además queríamos demostrar que todo hombre no es un potencial violador. Igualmente tomamos medidas de protección. Dentro de ellas estaban el registro en video, que primeramente lo usamos como cámara escondida, la utilización del corpiño antiagarrones y cargábamos un electroshock, que por fortuna nunca tuvimos que usar. Los resultados quedaron grabado en un video que editamos del viaje.
Afortunadamente pudimos corroborar nuestras premisas y exponerlas a través de una conferencia performanceada que dimos en el Centro Cultural Recoleta de Buenos Aires en la ironizamos con la figura de las académicas conferencistas; una disfrazada de fauna y la otra llevaba puesto el violín de las comadres. La conferencia que se leyó fue “Cuerpo y mujer, violencia y  placer (no piensen que esto se trata de sadomasoquismo, por favor) Tránsitos de Malignas Influencias”14. La lectura de la conferencia tuvo varias intervenciones performativas, como por ejemplo, cuando interviene mi compañera con sus silencios abrumantes que decían explícitamente lo cansada que estaba por la tediosa lectura, la pérdida de las hojas del texto, el darle de beber agua a ella en el cepo, o cuando se leyó, como consigna, la invitación a romper con todas las prótesis de censuras y autocensuras de nuestras mentalidades, o sea, nuestros cinturones de castidad, donde salgo de la mesa y en el escenario me saco el cinturón de castidad que llevo debajo del pantalón de fauna y también libero a mi comadre del cepo y volvimos a la lectura. Otra acción fue la demostración al público del corpiño antiagarrones.

  

Nos hemos enterado de una noticia lamentable que recientemente pasó. En una acción performática similar al viaje que realizamos a dedo, dos artistas italianas no corrieron la misma suerte, al separarse en Estambul, una de ellas conocida como la performancera Pippa Bacca (Giuseppina Pasqualino di Marineo) fue violada y asesinada. Ellas recorrían Europa pidiendo "aventón" vestidas de novias con el objeto de llevar un mensaje de paz, en una alegoría del matrimonio entre diferentes pueblos y naciones, su cuerpo desnudo fue hallado el 11 de abril del 2008 a unos kilómetros de la ciudad. Pippa había dejado de dar noticias el 31 de marzo15. Tras ésta terrible noticia decidimos que nunca más nos plantearíamos hipótesis de trabajo tan frágiles.

Me lo dijo Adela

Como el viejo cha cha cha se llamó la acción que realizamos como parte de la marcha por el Paseo Ahumada de Santiago organizada por el feminismo autónomo para conmemorar el 8 de marzo del 2008. La acción consistió en recibir a la marcha que llegó hasta la Plaza de Armas, específicamente, a la pileta de la plaza, donde se incitó a cantar el estribillo de Me lo dijo Adela… que corea “quien te lo dijo Teté”, mientras una lavandera, Adela, en vez de lavar ensuciaba la ropa con tierra y la colgaba. Desde el tumulto aparece otra lavandera que interrumpe saludando como una gran amiga a Adela comenzando un diálogo que mezclaba la vida privada metaforizando con la actualidad del país, especialmente, relativo a la violencia hacia las mujeres y los derechos reproductivos. Todos los diálogos parodiaban el dicho “la ropa sucia se lava en casa”. Pero estas lavanderas en vez de lavarla la ensuciaban desde el centro del país, la gran casa. En la conversación Adela le pregunta por su marido a Teté, ella contesta que esta bien y que ahora ya no le pega, desde que le puso un cinturón de castidad, con el que ella hasta se sentía más protegida por si pudiera ser víctima de violación. Adela sorprendida e indignada obliga a sacárselo y Teté se da cuenta que su pareja la estaba maltratando y le dedica una canción con el ritmo de la ranchera Me cansé de rogarle… que decía:

“Me canse de aguantarle,
me canse de aguantarle
que me sacara la cresta tupido y parejo…
y con el llanto en los ojos
me vi en un abismo profundo y seco como mi suerte…
Él no pudo creerlo cuando vio …. Mi coraje
Por que ya está escrito que esta  tarde….
Denuncio al cabrón”.

Homenaje a las mujeres de la historia de Chile

Fuimos invitadas a presentar una performance en el marco del lanzamiento del libro Mujeres chilenas. Fragmentos para una historia compilado por Sonia Montecinos, en casa central de la Universidad de Chile. La acción fue realizada durante el cóctel en el patio Bello. Tocando un triángulo da inicio a la acción una preceptora de principios de siglo XX, que vestía además un delantal de cocina. Ella lee desde un libro y barre al mismo tiempo entre el público. Leía era un artículo de Gabriela Mistral publicado en 1906 en el periódico La Voz del Elqui, llamado "La Instrucción de la Mujer". Su eufórica lectura barre los pies de las y los espectadores la que la incita a arrancarse el delantal y tirar la escoba. Al mismo tiempo, desde las profundidades del patio (bodegas subterráneas), salimos dos mujeres; enfrentadas cargando el violín de las comadres doble; una vestía como lavandera y la otra llevaba puesto una camisa de hospital psiquiátrico. Subimos y nos ubicamos, haciéndonos espacio entre la gente que disfrutaba del cóctel, en el medio del patio girando hasta que la preceptora llega a nuestro lado y abre el cepo. Paso siguiente, la lavandera declama los Estatutos que conformaron los Centros femeninos anticlericales y librepensadoras Belén de Sárraga de Iquique en 1913. Siete artículos que leyó desde un pergamino hecho de toalla de papel absorbente. Tras la lectura de cada uno fue cortándolos en el prepicado del papel pidiendo a diferentes personas del público que se lo colgasen en la ropa con pinzas de madera, más conocidos como perritos de ropa. A cambio les obsequió un encintado (de los mismos que se entregan en diferentes ceremonias como bautizos, matrimonios o graduaciones) que tenían las lazadas amarradas a un pequeño uslero de madera que llevaba impreso nuestro homenaje.
Paralelamente, la locura tras ser liberada del cepo recorría el patio, descalza entre la gente, dejando huellas de tierra de color roja. De un ramo de flores va arrancándolas de los tallos para regalárselas al público.
Después del término de la lectura de los estatutos, la lavandera busca a la preceptora que seguía leyendo en silencio debajo de una enorme estatua de un hombre de dedo inquisidor. Tomadas del brazo vamos hacia el cepo, lo recogemos y lo depositamos en una alfombra de flores (tierra de hojas, diferentes flores, hojas secas y velas) que previamente al inicio de la performance  habíamos instalamos al lado de la escalera del subterráneo. Se une la locura en este lugar casi sacrificial. La lavandera esparce sal sobre el violín, la preceptora lo rocía con alcohol de quemar y la locura lo enciende. Mientras arde el cepo nos retiramos del patio por la puerta principal de la casa central de la Universidad de Chile.

Palabras finales

“Lo que el alma hace por el cuerpo es lo que el artista hace por su pueblo”
Gabriela Mistral

Creemos que el arte es un medio pedagógicamente efectivo para crear conciencia de un problema social y cultural tan antiguo como la violencia directa y simbólica contra las mujeres.
Entre los muchos desafíos que nos proponemos es trabajar en pos de aunar la teoría y la práctica feminista desde el arte ¿cómo hacerlas caminar juntas? ¿cómo performativizar un cambio cultural y político? Todavía no nos podemos responder estas interrogantes cabalmente pero creemos que este intento por ir performatizando nuestros discursos, hasta el momento, nos dejan cada día más plenamente satisfechas. 

Bibliografía

Antivilo, Julia (2006) “Entre lo sagrado y lo profano se tejen rebeldías. Arte feminista Latinoamericano. México, 1970-1980”. Tesis de Magíster en Estudios Latinoamericanos, Centro de Estudios Culturales Latinoamericanos, Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad de Chile. Ver versión digital en http://www.cybertesis.cl/tesis/uchile/2006/antivilo_j/html/index-frames.html
Duby, Georges y Perrot, Michelle (1991) Historia de las Mujeres, Madrid, Ed. Altea, Taurus, Alfaguara, S.A.
Man, Paul de (1998) La Ideología Estética, Madrid, Ed. Cátedra.
Mayer, Mónica (2004) Rosa Chillante. Mujeres y performance en México, Ciudad de México, CONACULTA
-----------------: Sí somos muchas… y no somos machas: textos sobre mujeres
Montecinos, Sonia (comp.) (2008) Mujeres Chilenas. Fragmentos de una historia. Santiago, Ed. Catalonia. 
Reckitt, Helena y Phelan, Peggy (2001) Art and Feminism. New York,Ed. Phaidon.
Sauret, Teresa (coord.) (1995) Historia de Arte y Mujeres. Málaga, Ed. Atenea. Estudios sobre la Mujer, Universidad de Málaga.
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Tibol, Raquel (2002) Ser y Ver. Mujeres en las Artes Visuales. Ciudad deMéxico,Ed. Plaza&Janés.
---------------- (1983) Frida Kahlo, una vida abierta. Ciudad de México, Ed. Casis.
Zamora, Lorena (2002) El desnudo femenino. Una visión de lo propio, Ciudad de México, CONACULTA.

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Citas Bibliográficas

1 Man, Paul de (1998) La Ideología Estética, Madrid, Ed. Cátedra.

2 Ibid., p. 240

3 Ibid.,p. 259

4 Este ensayo se encuentra en la revista Cyber Humanitatis Nº 31, Invierno de 2004, Departamento de Literatura, Universidad de Chile. www.cyberhumanitatis.uchile.cl
Además fue presentado en el año 2005 como ponencia en las VI Jornadas de Estudiantes de Postgrado en Humanidades, Artes y Ciencias Sociales. “Dinámicas de Inclusión/Exclusión. Hegemonías, resistencias e identidades”. Centro de Estudios Culturales Latinoamericanos. Facultad de Filosofía y Humanidades. Universidad de Chile. Santiago, 10, 11 y 12 de enero 2005. También como otra ponencia se presentó en las Ieras Jornadas Internacionales de Pornología. “Imágenes, políticas y clasificaciones del cuerpo: De la antropología a la pornografía”,  organizada por el Laboratorio de Desclasificación Comparada y Facultad de Humanidades, carrera de Sociología, Universidad de Valparaíso, realizado en sede Viña del Mar entre el 20 y 22 de julio. Otra ponencia se presentó el mismo año en el II Congreso Internacional de Artes, Ciencias y Humanidades. El Cuerpo Descifrado. Organizado por la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Azcapotzalco, la Facultad de Filosofía y Letras de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (México), la Revista Kiné (Argentina) y la Universidad de Texas en Austin, (Estados Unidos) y el Centro de Artes, Humanidades y Ciencias en Transdisciplina (México), realizado en Ciudad de México entre el 25 y el 28 de octubre, y también otra en el XVI Coloquio Anual de Estudios de Género “Dra. Graciela Hierro”, organizado por el Programa Universitario de Estudios de la Mujer, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), realizado entre el 14 y el 16 de noviembre. En el 2006 se presentó como conferencia en el Programa Interdisciplinario de Estudios de la Mujer (PIEM) de El Colegio de México, Ciudad de México, 12 de enero.

5 Bustamante, Maris (2004) “La transdisciplina como indisciplina”, en Interdisciplina, escuela y arte, Ciudad de México, CONACULTA.

6 Clark, Toby (2000) Arte y propaganda en el siglo XX, Madrid, Ed. Akal, p. 28.

7 Tibol, Raquel (1983) Frida Kahlo, una vida abierta. Ciudad de México, Ed. Casis, p. 132.

8 Bartra, Eli (1994) Frida Kahlo. Mujer, ideología y arte, Barcelona, Ed. Icaria, p. 71 y 72.

9 Mayer, Mónica (2004) Rosa Chillante. Mujeres y performance en México, Ciudad de México, CONACULTA. En este libro, Mayer escribe en primera persona, y narra con un lenguaje coloquial su experiencia junto con otras artistas mexicanas con quienes agitaron las tierras aztecas en la década del 70’ y el 80’. Asimismo, con un ojo crítico comenta las expresiones del arte feminista de los 90’ en México.

10 En este artículo no se aborda la producción que tenemos con respecto al placer la que es parte de otro trabajo que está en proceso.

11 Instalación del artista visual chileno Rubén Castillo de la serie La Curtiembre, que fue exhibida en el Museo de Bellas Artes el año 1999 dentro de la Bienal de Arte Joven Ala Sur.

12 El video fue realizado por el artista visual José Acevedo. Cabe señalar que la mayoría de las obras del colectivo han sido autogestionadas y/o autofinanciadas por las mismas integrantes a través de fiestas, que incluyen rifas de obras, y la gestión, de nosotras mismas, de auspicios de empresas privadas. Sólo la exposición fotográfica e instalación; “Cinturón de Castidad” se realizó con financiamiento FONDART. Montaje que estuvo en el Centro Cultural Alameda en Santiago entre el 13 de octubre y el 7 de noviembre del 2005.

13 Columpios vibradores de nuestra creación.

14 El texto que se leyó fue parte de un artículo del mismo nombre que publicamos en la revista electrónica cubana Arteamérica, octubre 2006.

15 Nota de Rodrigo Sepúlveda en el diario Las Últimas Noticias, miércoles 16 de abril de 2008, Santiago de Chile, página 14. También ver en el blog que levantaron las propias artistas para seguir la acción performativa http://bridesontour.fotoup.net